No se trató solo de poner muebles, sino de crear una atmósfera que conecte con los sentidos y despierte la imaginación. Cada rincón fue pensado para resaltar los espacios y la luz natural.
Incluso la terraza, inicialmente vacía, ha sido decorada de forma minimalista, potenciando su amplitud y convirtiéndola en un rincón sereno para disfrutar del estilo de vida mediterráneo.
Inspirados en el estilo de vida mediterráneo y la cultura local, convertimos este ático vacío en un refugio acogedor, capaz de enamorar a quien lo visite.